La inversión chilena en el exterior
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Erik Haindl
Uno de los hechos económicos más notables de las últimas décadas es la fuerte inversión que han hecho empresas chilenas en el exterior. A fines de la década de los ochenta, la inversión total de empresas chilenas en el exterior alcanzaba tan sólo a US$ 88 millones. La inversión efectuada por empresas chilenas en el exterior explotó en la década de los noventa, llegando a un total acumulado de US$ 9.291 millones. Muchas de estas inversiones fueron muy afortunadas, ya que a fines de la década del noventa, el valor de mercado de estas inversiones alcanzaba a US$ 23.759 millones, lo cual indica que las ganancias de capital fueron significativas.
En la primera década del 2000, el flujo de inversión de empresas chilenas en el exterior continuó a un ritmo creciente. En esa década, un flujo adicional de US$ 33.728 millones se agregó a las inversiones en el exterior, totalizando US$ 43.019 millones a diciembre de 2009. A esa fecha, el valor de mercado de las inversiones de empresas chilenas en el exterior alcanzaba a US$ 94.101 millones. Entre diciembre de 2009 y diciembre de 2014 el flujo de inversiones hacia el exterior se aceleró aún más y alcanzó a US$ 37.159 millones en sólo 5 años, generando un total acumulado de US$ 80.178 millones. El valor de mercado de las inversiones de empresas chilenas en el exterior alcanzó a US$ 175.729 millones en 2014, lo que equivale a más del 68% del Producto Interno Bruto. El flujo de utilidades hacia el país de este conjunto de inversiones representó alrededor de US$ 4.652 millones en 2014.
El grueso de las inversiones chilenas en el exterior se concentra en América Latina. Alrededor de 26% de las inversiones chilenas están concentradas en Brasil, 18% en Argentina, 17% en Colombia, 16% en Perú, 4% en Uruguay, 2% en México y 1% en Panamá. Estados Unidos recibe 7% de las inversiones y Canadá 2%. El 7% restante se distribuye en el resto del mundo. Esta fuerte concentración de la inversión en América Latina hace que las empresas chilenas tengan una fuerte exposición hacia el riesgo de América Latina en general.
La rentabilidad de la inversión chilena en el exterior ha sido en general bastante buena. Durante la década de los noventa, la rentabilidad de la inversión en el exterior, calculada como las utilidades sobre el valor libros de las inversiones, alcanzó a 4,3% en dólares. Si se agregan las ganancias de capital, y se calcula la rentabilidad sobre el valor de mercado de las empresas, dicha rentabilidad sube a 10,1%. En la primera década de los años 2000, las utilidades subieron al 6,5% del valor libro de las inversiones. Si se consideran las ganancias de capital y se mide sobre el valor de mercado, la rentabilidad en dólares alcanzó al 6,8%. Entre 2009 y 2014, las utilidades subieron nuevamente hasta alcanzar 7,6% del valor libro de las inversiones. Si se agregan las ganancias o pérdidas de capital, la rentabilidad en dólares alcanza un valor parecido: 7,5%.
En la medida que América Latina entre en declinación, con el fin del super-ciclo de precios de materias primas, se genera un importante desafío para las empresas chilenas para mantener la rentabilidad de sus inversiones en el exterior.